BELGRANO, HACE 150 AÑOS FUE ESCENARIO DE UNA TRAGICA HISTORIA DE AMOR. Yayo Hourmilougue-

Thomas Watson, un inglés adinerado, llegado a Buenos Aires en la década de 1860, decidió construir un hotel en Lavalle (hoy Juramento) y Río Bamba (hoy Vuelta de Obligado) cerca de las barrancas de Belgrano ubicándose frente a la plaza, llegando a ser el hotel más importante existente en el entonces pueblo veraniego de Belgrano, hoy barrio de la capital.

Lo llamó Hotel de Watson. El lugar resultó ser un éxito: de refugio preferido para los veraneantes, pasó a ser un alojamiento selecto a medida que el barrio crecía y las familias pudientes de la Capital fueron erigiendo allí sus casonas soberbias.

El 8 de diciembre de 1878, cuando inauguraron la Iglesia redonda de la Inmaculada Concepción en la rotonda pegada al hotel, el emprendimiento de Watson gozó de sus mejores días. Personajes de la política, viajeros famosos y artistas fueron alojados en sus habitaciones. Eran célebres sus menús, preparados por un cocinero escocés llamado Diego Gossart

Tan importante era el Hotel de Belgrano que durante la revolución de 1880, cuando las autoridades nacionales se establecieron en esa población, fue elegido para alojamiento del presidente de la Nación Dr. Nicolás Avellaneda, de Domingo F. Sarmiento y de otros personajes

El hotel Watson sirvió también de sede al Club Unión, uno de los más prestigiosos del entonces pueblo de Belgrano.

Más tarde, cerrado el hotel, su planta baja se convirtió en locales comerciales y los altos en viviendas y consultorios. Uno de esos locales fue el Café Capisci y luego Casa Watson, declarados dentro del selecto grupo de los “Cafés Notables” de Buenos Aires.

Sin embargo estas paredes (aun hoy en pie y a la vista) fueron también famosas por una tragedia de amor entre unos extranjeros recién arribados a la ciudad.

Todo comenzó el 28 de abril de 1878, cuando arribo al Puerto de Buenos Aires, un buque que provenía de Hamburgo, trayendo contingentes de inmigrantes alemanes. Entre ellos se encontraba el matrimonio formado por Teresa y Carlos Scheiber con sus tres hijos y también los acompañaba el joven Julio Rohlfs, amigo de la familia. Desembarcados en el puerto, el matrimonio se alojó en el Hotel de Inmigrantes, en cambio Julio, el amigo que los acompañaba prefirió alojarse en la ciudad.

La sorpresa surgió un par de días después: Teresa desapareció, dejando a su marido y a los chicos. Lo llamativo es que ella llevaba un embarazo de casi ocho meses. Dicen que el hombre empezó a buscarla por toda la Ciudad, pero nadie tenía datos.

Finalmente consiguió averiguar que su esposa había huido en compañía de su amigo Julio, que resultó ser su amante. Los dos jóvenes alemanes salieron de incógnito de Buenos Aires y se trasladaron al pueblo de Belgrano, alojándose en el hotel de Watson, donde pensaban pasar desapercibidos pero no fue así ya que cuatro días después, el 3 de mayo, el marido de Teresa los hallo en ese hotel

Las crónicas de la época dicen que, al verse descubiertos, Rohlfs le disparó a Teresa y se suicidó. Después se de   scubrió que los amantes habían previsto que todo podía terminar mal. Y dejaron dos cartas explicando su decisión. Teresa decía que nunca había amado a su marido y afirmaba: “Más vale morir que seguir en esta vida”. Julio sostenía: “No hay nada que me pueda convencer de seguir sufriendo esta vida penosa”. Y ambos, en sus textos, confesaban su amor.

En la actualidad del hotel quedan algunos arcos y paredes de grosor considerable tanto en planta como en el subsuelo, que entre otros locales formaban parte del llamado “ Casa Watson”, el ultimo nombre con que funciono, rememorando aquel viejo hotel que hacia finales de 2019 cerró sus puertas.

Horacio Molino

Administrador

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Autor entrada: Consumer

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