Crédito imagen fundación Konex
Edmundo Guibourg, conocido por el pseudónimo “Pucho”, fue un hombre multifacético, fue dramaturgo, periodista, crítico teatral, traductor, escritor e incursionó como director y guionista de cine. Pucho”, era una de las personalidades más descollantes de la noche porteña Podríamos denominarlo como un testigo fiel de una época bohemia de la vida de Buenos Aires. Transcurrió su vida entre redacciones de diferentes diarios, Peñas, cafés como El Tortoni, Los 33 Billares y Los Inmortales.
A lo largo de su trayectoria fue miembro del primer directorio del Fondo Nacional de la Artes, Presidente de Argentores, declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y recibió numerosos premios.
Nació el 12 de Julio de 1986 en el barrio de Balvanera, pronto la familia se mudó al barrio judío de Villa Crespo, y cuando aún no había cumplido los seis, se mudaron al famoso Abasto, allí crecieron juntos con su amigo Carlos Gardel. La gente del barrio, solía decirles a él y a su hermano, incluido Gardel, “los francesitos”; y con fundamento, porque su padre, ebanista y artista de la escultura en madera, había nacido en Francia, lo mismo que Gardel, cuya madre y él eran oriundos de Toulouse.
A pesar de no haber pasado el primer año de la Escuela Normal, se desarrolló en una amplia cultura autodidacta.
Comenzó su carrera como caricaturista, en el diario Ultima Hora, su primera crítica teatral apareció en la Revista Tribuna en 1912, y en la Vanguardia, órgano del Partido Socialista dirigido por Juan B. Justo llegó a ser Secretario de Redacción. Luego desde 1927 fue corresponsal del Diario Crítica, en París, durante seis años, y, a su regreso, en 1933, continuó en el diario como crítico teatral. Desde ese rol gravitó sobre el público para que concurriera al teatro Maipo a ver “Bodas de sangre” de Federico García Lorca. El gran poeta andaluz, y Pucho consolidaron una fuerte amistad durante los seis meses de la estadía de Federico en Buenos Aires. En una ocasión le transmitió su entusiasmo por llevar al cine aquella obra. Sus amigos de peñas y encuentros eran Pablo Rojas Paz y su mujer, Carlos de la Púa, Pablo Neruda, Ricardo Molinari, Alfonsina Storni, Raúl González Tuñón, Roberto Alifano y el imaginativo dramaturgo Samuel Eichelbaum, cuñado de Pucho.
El 16 de Noviembre de 1938 , concretó lo dicho cinco años atrás, ya que estrenó la película en blanco y negro Bodas de sangre dirigida por él y basada en la tragedia de Federico, con un elenco de lujo: Margarita Xirgú, Pedro López Lagar, Eloísa Cañizares, y Amalia Sánchez Ariño, Para coronar musicalmente la película contó para la Composición y Dirección con Juan José Ca Me detengo y destaco esta película ya que tuve el honor, sin saberlo, de haber conocido a Pucho. Siendo yo muy pequeña, él y Anita, su esposa, fueron invitados en diferentes oportunidades a mi casa, ya que eran amigos de mi familia paterna y conservo imágenes de él, como un abuelo, conversando con mi madre. Recuerdo muy nítidamente que a mis cinco o seis años, fuimos durante unas vacaciones de invierno, a la casa de ellos en Unquillo, Córdoba, donde un arroyo atravesaba el terreno en el cual mi hermano y yo jugábamos a hacer ondas en el agua con alguna rama. Descubrí que algunas escenas de la película se filmaron allí, en la zona de Cabana.
En una oportunidad mi tío paterno me preguntó qué obra estaba dirigiendo y, al decirle que era una de las obras del gran poeta andaluz, me sorprendió y sentí profunda emoción, cuando me expresó que mi abuela los había llevado al Teatro Avenida a ver las obras de García Lorca. Como dramaturga he escrito dos obras que tienen como protagonista a Federico y su obra y dirigí una de las que él es autor. Quien sabe, tal vez un hilo invisible a lo largo del tiempo nos unió.
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