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¡Santo animalito, Batman! Conócelo, antes de ensañarte con él. El pequeño e inquieto murciélago es ese oscurito mamífero que aterra a todo el mundo y básicamente causa repugnancia, pero quizás sea uno de los bichos más beneficiosos que habitan la Tierra.
Gravemente amenazado en su supervivencia, es uno de los mejores controladores de plagas y, por ejemplo, elimina una impresionante cantidad de insectos.
Al punto que puede comer entre 600 y 1.200 mosquitos por hora y, en una noche, entre la mitad y el total de su peso corporal, que es muy variable, pero, por ejemplo, en algunos casos es de más de un kilo.
Estos animalitos, que si se los mira detalladamente pueden resultar simpáticos, pueden vivir hasta más de 30 años y volar a velocidades de hasta más de 50 kilómetros por hora, según diversos estudios.
Y no solo funcionan como controladores de plagas, sino como dispersores de semillas, e incluso sus heces son recolectadas y comercializadas como fertilizante en algunos países que han desarrollado estudios y producciones al respecto.
En España, por ejemplo, hay una tarea muy ingente en materia de preservación de los murciélagos justamente por estos beneficios.
Más cerca, en Colombia, se los destaca como polinizadores y desarrolladores de los ecosistemas.
Como para desmitificar a este mamífero volador que se ha demonizado universalmente básicamente por ignorancia, en el país caribeño hay algo más de 200 especies de murciélagos y solo tres se alimentan de sangre. Todas las demás se alimentan de insectos, frutas o flores.
“Los murciélagos participan activamente en la dispersión de semillas, en la polinización de especies vegetales y en el control de plagas. Muchas de las plantas que nos dan alimento deben ser polinizadas o dispersadas por ellos. Entre estas se encuentran el aguacate, el banano, el tomate, la guayaba, el cacao, entre muchas otras. No debemos verlos ajenos a nuestra vida”, dijo Nohora Pérez Castillo, bióloga colombiana.
Otro dato llamativo: no solo hay murciélagos de tamaño variable, sino también de diversos colores, como blanco, café, gris y hasta naranja.
Conocimientos erróneos sobre este animal o directamente el desconocimiento llevó a la gente a directamente buscar exterminarlos, como quemar sus cuevas, bloquear las salidas, capturarlos, envenenarlos o destruir sus refugios. Y así varias especies quedan al borde de la extinción.
En la Argentina existe el Programa de Conservación de los Murciélagos de Argentina (PCMA). Según su página web, en “una Fundación integrada por investigadores, estudiantes y miembros de la comunidad interesados en conocer y conservar a los murciélagos de Argentina. Asimismo, forma parte y ha impulsado la creación de la Red Latinoamericana y del Caribe para la Conservación de los Murciélagos (RELCOM), que hoy incluye 23 programas de conservación en 25 países de América Latina y el Caribe. La misión de RELCOM es garantizar la persistencia de especies y poblaciones saludables y viables de murciélagos en la región y lograr que en todos los países se conozca y aprecie su importancia”.
“El objetivo prioritario del Programa es educar e informar a la población en general sobre la importancia de los murciélagos en la Naturaleza, para la vida y la sociedad”, explica.
Añade que “además, estudiar a los murciélagos de Argentina es de suma importancia para la aplicación de acciones adecuadas de conservación y manejo. Son fundamentales las investigaciones que lleven a conocer, con mayor aproximación, la identidad de las especies que habitan la Argentina, sus estados poblacionales y distribución geográfica”.
“Del mismo modo- dice el PCMA-, deben fomentarse los estudios de poblaciones que habitan en ciudades y se encuentran en relación directa con las personas. Estas investigaciones permitirán obtener información precisa sobre el estado de conservación de las especies, y orientarnos en los métodos, mecanismos y acciones a desarrollar en beneficio de cada una de ellas, y para grupos de especies en sus ambientes naturales”.
Es muy común ver empresas “exterminadoras de plagas” que incluyen al murciélago entre sus objetivos, comparándolo de hecho con el mítico “vampiro” encarnado en el conde Drácula. Nada más alejado de la realidad.
El murciélago es entonces uno de los animales más estigmatizados del mundo pese a que, tal como lo demuestran incluso los científicos, es, contrariamente, uno de los que cumple una función social fundamental. Y como con tantos otros animales, es evidente que el hombre aún debe aprender a convivir con ellos.
Crédito Portada The Nature Conservancy
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