ALGUNOS TEMAS PARA LA SALUD DE SU VEHÍCULO… Y LA SUYA. Alberto Garibaldi.

#1 El filtro de aire.

¿Se preguntó por qué en su momento nos vimos obligados a usar barbijo? Algo parecido le sucede a un motor. La forma de respirar del motor es a través de un filtro conectado a la admisión de aire, justamente para evitar que le ingresen partículas, pero que además permita pasar todo el aire que el motor necesite. El filtro de aire es uno de los filtros que más atención merece y al que menos se le presta. Debe estar permanentemente bajo control. Y cuidado con esa famosa recomendación «le pego una sopleteada y se terminó́». No lo haga, lo único que va a lograr es destruirlo, va a quedar como un colador y dejará pasar muchas partículas minúsculas que originalmente no permitía. Cambiarlo es el mejor negocio que puede hacer y una de las mejores formas de proteger la vida es su motor.

#2 El Termostato.

Es normal que el indicador de temperatura se eleve, pero… sin llegar a la zona roja. Todos los motores de hoy en día están diseñados para trabajar en el orden de los 90 a 95 grados y en ese rango es absolutamente normal. No obstante, tenga cuidado porque seguramente no va a faltar algún “experto” (que sabe más que los diseñadores de su motor) que le sugerirá “retire el termostato para que el motor funcione más fresco” olvidándose de que su motor es justamente una máquina térmica que requiere operar dentro de un rango de temperaturas para optimizar su durabilidad y su eficiencia. No acepte de ninguna manera que le retiren el termostato de su vehículo. Si el termostato se averió́ debe ser reemplazado, pero nuca eliminado, y si por alguna razón no le quedó otra opción que retirarlo vea de colocarle uno nuevo cuánto antes le sea posible. Si no lo reemplaza por uno nuevo, estará generando un problema para después. Los motores en frio se desgastan más rápido, consumen y contaminan mucho mas que un motor con la temperatura correcta de funcionamiento. No elimine jamás el termostato, hágalo reemplazar.

#3 Seguridad para el sobrepaso.

Tome conciencia de la real posibilidad de acelerar viajando a velocidad de crucero con que realmente cuenta su vehículo. ¿Sabe por qué se lo digo? Porque de eso depende muchísimo la maniobra segura del sobrepaso, para no verse involucrado en la grave situación en el cual usted advierte que no va a lograr el sobrepaso y de la inminencia de un desastre que puede ser mortal. Usted seguramente habrá́ visto situaciones en la que algún imprudente intentó sobrepasar a otro y lo logró milagrosamente, o que lo intentó sin tener el resto para hacerlo y el auto de frente tuvo que tirarse a la banquina. Asegúrese de las distancias, y de que su motor dispone realmente de la potencia necesaria para realizar un sobrepaso seguro.

#4 Amortiguadores.

Para muchos es válida la creencia generalizada de qué los amortiguadores de su vehículo obedecen solamente a una cuestión de confort: le puedo asegurar que son mucho más que eso, son para contribuir a que frene y doble con seguridad, para que sea estable a velocidades medias y altas, particularmente en caminos irregulares, y para que Vd. “sienta” que su vehículo responde exactamente a lo que Vd. pretende que haga. El amortiguador es uno de los principales recursos que hacen a su seguridad contribuyendo directamente a que sus neumáticos mantengan contacto seguro con el piso el mayor tiempo posible. Revise periódicamente los amortiguadores. Una forma fácil de saber si están en mal estado es mirar los neumáticos. Desgaste irregular de neumáticos equivale a amortiguadores en mal estado. Y para cambiarlos es fundamental respetar los valores originales del fabricante, que los calibró para lograr el mejor equilibrio entre confort y seguridad. Usted puede cambiar de marca, pero respete las condiciones de diseño originales de su vehículo.

#5 Pastillas de frenos.

Un consejo que nunca me canso de repetir es el de que cuando reemplace un componente su automóvil hágalo por repuestos de calidad probada. Un ejemplo típico son las pastillas de frenos. Son las que se ocupan de presionar contra el disco de freno y de transformar la energía del vehículo en calor para que se detenga. Se las reemplaza normalmente por pastillas más baratas, normalmente más duras, le dicen a usted que es para que duren más, o posiblemente usted seguramente nunca se va a enterar. Normalmente son más ruidosas, justamente porque son más duras. La pastilla más dura no mejora en absoluto el frenado, en realidad lo empeora. No solamente lo empeora si no que le va a gastar más rápido los discos de freno, entonces no solamente pierde poder de detención y lo hace a expensas de otros componentes. Su desgate depende del tipo de uso, no obstante es conveniente revisarlas con una frecuencia no mayor de los 5000 a 7000km para ver cuan gastadas están. Y cuando las reemplace, reitero el concepto, hágalo por las que especifica el fabricante. –

Un abrazo.

Ing. Alberto P. Garibaldi

Autor entrada: Alberto Garibaldi

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *